"NEUMONÍA PESTOSA" de 1932

La peste es una grave enfermedad infecciosa causada por la bacteria Yersinia pestis, que suele encontrarse en pequeños mamíferos y en las pulgas que los parasitan. Según la OMS, en función de la vía de infección hay dos formas de peste: bubónica y neumónica. La peste neumónica o pulmonar es la más virulenta. El periodo de incubación puede ser de tan solo 24 horas. Cualquier persona con peste neumónica puede transmitir la enfermedad a otras personas a través de gotículas respiratorias. En ausencia de un diagnóstico y un tratamiento precoces, esta forma es mortal.

En 1932 se desarrolló un grave brote epidémico en el paraje rural La Pampita, ubicado a escasos kilómetros de San Francisco del Monte de Oro, provincia de San Luis. Por aquel entonces, la repartición médica más importante en esta localidad era la Delegación Sanitaria Nacional. La misma estaba dirigida desde 1924 por el Dr. Juan José Miguez Iñarra, médico entrerriano que se trasladaba en silla de ruedas y que era conocido por su altruismo. También se encontraba la antigua Enfermería “San Roque”, a cargo de la benemérita Sociedad de Beneficencia.

El Doctor Juan José Miguez Iñarra
El Doctor Juan José Miguez Iñarra en su silla de ruedas.

El 27 de mayo falleció en La Pampita el niño Rosas Camargo, a causa de la “neumonía pestosa”. A partir de ese momento, en el transcurso de poco más de dos semanas, se registrarían los decesos de Jesús Albornoz (La Pampita), Rafaela Albornoz de Camargo (La Pampita), Francisca Molina de Valdez (La Pampita) Celia Camargo (La Pampita), Francisco Barrera (La Represita), Gerónima Camargo (La Pampita), Ciriaco Camargo (Vista Flor), Segundo Camargo (La Pampita), Florencia Quiroga de Garay (La Pampita), José Barrera (La Represita), Paulino Diaz (El Algarrobal), Tomasa Camargo (La Pampita) y Francisco Camargo (La Pampita), varios de ellos familiares directos del primer caso. El 10 de junio moría en San Francisco el abnegado Dr. Juan José Miguez Iñarra, conocido como “El Padre de los Pobres”, quien se había contagiado de la enfermedad en cumplimiento de su deber.

La noticia provocó honda consternación. Para impedir la propagación de la peste, el gobierno cortó las comunicaciones terrestres, implementando un cordón sanitario. Mientras tanto, el pueblo se encontraba en un estado de alarma y pánico generalizado. Algunos diarios denunciaban abandono de la situación por parte de autoridades provinciales. En “La Reforma” se manifestaba: "esas poblaciones ya aisladas están careciendo en estos momentos tan trágicos de la asistencia médica y de la falta de elementos para poder ser vacunados contra este mal”.

Placa ubicada en La Represita, donde yacen los restos de Francisco Barrera, fallecido de Neumonía Pestosa el 5 de junio de 1932.

Con motivo de la epidemia reinante, la Dirección de Salubridad de la Provincia decretó la clausura de todas las escuelas del Departamento Ayacucho, por tiempo indeterminado.

Pocos días después, llegó una Misión Sanitaria del Departamento Nacional de Higiene, procedente de Capital Federal. La misma estuvo presidida por el facultativo Doctor Allende, quien trajo los elementos necesarios para combatir la epidemia. La Misión desarrolló una extensa acción profiláctica en las mencionadas poblaciones. El doctor Allende se trasladó a La Pampita, donde estaba el foco del terrible mal. Vacunó a la población, hizo las desinfecciones del caso y quemó los ranchos donde se produjeron los casos. También se trasladó a Toro Negro, para comprobar la denuncia de un posible caso de peste en dicho punto.

El 16 de junio, Ricardo Rodríguez Saá afirmaba que en San Francisco: “solo ha habido dos defunciones, la del Doctor Miguez y su Criada. En la Pampita, foco de la infección, hace seis días que no se producen felizmente nuevos casos, siendo esto tranquilizador e indicio de que la epidemia decrece, en virtud de las medidas enérgicas tomadas, como ser aislamiento riguroso, vacunación activa, desinfección, desratización en lo posible y estrictos cordones sanitarios. A los habitantes de la Pampita se les ha repartido por cuenta del Gobierno de la Provincia ropa y alimentos”.

Diario La Opinión, San Luis. Epidemia en La Pampita y San Francisco del Monte de Oro, 1932.
Diario La Opinión, San Luis.

El sábado 18 de junio el diario “La Opinión” informaba que “no se han producido nuevos casos de peste en San Francisco y La Pampita”. Se comunicaba además que la Estación Sanitaria envío a San Francisco una remesa de sueros, vacunas, alcohol y cien litros de desinfectante para proseguir con la vacunación y desinfecciones. Días después, el Dr. Urtubey, que había llegado a San Francisco desde Justo Daract para ayudar, se entrevistó en la ciudad de San Luis con el Director del Consejo de Higiene de la Provincia. Allí le informó sobre la "sensible y evidente declinación de la maligna epidemia y la tranquilidad que reina en dichas poblaciones por tal razón”.

El distinguido profesional manifestó al diario “La Reforma” que el estado epidémico de San Francisco y La Pampita había mejorado notablemente, desde el momento en que no se han producido nuevos casos. También anticipó que las medidas tomadas por la Misión Sanitaria, en la cual él había colaborado, llegaban a su fin. Sostuvo que dentro de pocos días se levantarían los cordones sanitarios que habían sido apostados sobre los caminos. El doctor se mostraba satisfecho, recomendando a su vez la necesidad de continuar la desratización de la zona.

Entre los últimos decesos registrados figuran los de Pedro Garay y José Valentín Garay (La Pampita). Aunque no hay una cifra exacta documentada, se calcula que el saldo final de la epidemia fue de más de diecisiete muertos. Entre ellos, una familia completa, exceptuando un niño Camargo que huyo a los campos. Sobre este caso, el diario “La Reforma” detallaba que:

“Una persona vecina del lugar llamado Pampita, donde recientemente se produjeron los casos de neumonía pestosa, nos relata lo siguiente. Dice que un niño de ocho años de edad hijo de la familia Camargo, que falleció toda a consecuencias del terrible mal, quedó, por cierto, huérfano de padre y madre y sin amparo, se echó a rodar por el campo sin tener a nadie, es decir ningún pariente ni vecino, ni autoridad alguna que le prestara amparo porque todos disparaban y le cerraban las puertas. En esta forma el menor se encontró vagando por los campos durante varios días hasta que un viejo pariente le recogió. El niño llegó varias veces a las casas donde estaban los cadáveres”.

En cuanto al Doctor Juan José Miguez Iñarra, sus restos fueron recuperados, se le rindieron honores y se lo trasladó a Villa Dolores (Córdoba). En esta ciudad, al igual que en San Francisco del Monte de Oro (San Luis), una calle lleva con orgullo su nombre. Hoy, al cumplirse 90 años de su fallecimiento, es una buena oportunidad para repasar su historia de filantropía y sacrificio.  

Mario Z. Camargo.

Actualizado el Viernes 10 de junio de 2022.

Juan José Miguez Iñarra
Recorte de un diario en el que se homenajea a Miguez Iñarra en el noveno aniversario de su muerte.

11 comentarios:

  1. Excelente trabajo de investigación, que permite rescatar la gran obra realizada por el doctor Miguel Iñarra.!!!!

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    1. Muchas gracias Jorge por tu comentario. Es un honor y un deber difundir la labor abnegada de figuras como el mencionado doctor. Un abrazo.

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  2. Ese niño que escapó y vagó por los campos fue mi tío abuelo paterno. Se llamaba José Camargo, de siete años, y luego que toda su familia muriese victima de la peste se fue de la casa y dormía en el corral de las cabras para refugiarse de la crudeza del invierno mientras que durante el día se alimentaba de la leche que él mismo ordeñaba.

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    1. Hola estimado Dario, agradezco su comentario, en verdad es un aporte muy interesante. Tengo fotografiado un diario de aquella época donde se menciona al niño de apellido Camargo, pero nunca conseguí mayor detalle sobre su identidad. Me gustaría saber si tenemos algún parentesco. Un saludo cordial y nuevamente gracias.

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    2. Pondré a su disposición todo lo que me contó mi abuela al respecto. Le dejo mi teléfono de contacto. Escríbame un WhatsApp y le cuento todo aquello que pueda ser de utilidad 2616658026.

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  3. Como descendiente del Dr. Juan José Miguez Iñarra, hermano de mi abuela paterna Doña Rosa Rita Juana Miguez Iñarra de Pais, siendo los Miguez Iñarra familias de Entre Ríos y San Luis,ya que su padre fué Juez Federal en San Luis, me siento honrada por el compromiso con la Salud Pública y la Medicina Social que durante toda su vida mantuvo mi distinguido ascendiente,a quien desde nuestra familia, fundada por su sobrino Federico Pais, escritor y linguista que en la década de 1940 se radica en San FErnando del Valle de Catamarca, capital de la provincia de Catamarca , siempre rendimos culto. Conocemos que también el Hospital de Clínicas de la ciudad de Córdoba hay una placa que rememora a este destacado médico sanitarista, uno de los primeros sanitaristas del país; contemporáneo del catamarqueño Dr. Gregorio Malbrán, bacteriólogo que investigó las patologías epidémicas más importantes en la ARgentina en estudios concretados en Alemania y Europa, y puso en práctica sus investigaciones al volver a Argentina, llevando programas contra epidemias en todas las provincias, como por ejemplo el paludismo en Catamarca.El Presidente catamarqueño CAstillo designó al Instituto Nacional de Bacteriología con el nombre de este destacado catamarqueño. La Salud Pública es una disciplina apasionantes, yo cursé una Maestría de esta especialidad, y es fundamental que en las políticas de salud los Estados la prioricen y le asignen los recursos necesarios para favorecer la salud de nuestras comunidades. HOnremos a estos ilustres argentinos que le dedicaron sus vidas , su trabajo y sus investigaciones. Ana Pais -Catamarca

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    1. Estimada Ana, me resulta muy valioso contar en mi blog con su enriquecedor aporte. Le agradezco haberse contactado compartiendo información sobre su ilustre tío, que indudablemente ha dejado una huella perenne en la historia de mi localidad. Aquí, donde dio su vida, una calle lleva su nombre, existe un mural que lo recuerda y en las escuelas se enseña sobre su labor. Me gustaría poder realizarte algunas preguntas con fines académicos sobre la interesante historia de su familia y en particular sobre la aludida personalidad. Te agradecería que me escribas a mi correo electrónico camargomario.993@gmail.com así registro tu contacto. Saludos cordiales.

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  4. Me interesaría comunicarme con usted

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  5. Vivo en San Luis desde enero de 1984, amo la historia! y esta no la conocia! mil gracias!!!!! Arqta Susana

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