JUAN DE DIOS ESCOBAR

Vida y obra de este destacado docente que marcó una etapa en la historia de la educación de la localidad.

Foto del retrato de Juan de Dios Escobar que se encuentra en San Francisco
Retrato de Juan de Dios Escobar
Juan de Dios Escobar nació en Chile, a principios de la década de 1840. Siendo muy joven y en búsqueda de nuevos horizontes, llega a la Argentina, radicándose definitivamente en la provincia de San Luis, luego de estudiar y trabajar en provincias vecinas. 

En 1863 se establece en San Francisco del Monte de Oro, donde “cumpliría una meritoria y larga acción docente” a cargo de la Escuela Graduada de Varones, cuya dirección asumió el 23 de agosto de 1866.

Hoja del Censo 1869 en la que figura la firma de Juan de Dios Escobar
Hoja de Libreto de Censo Nacional 1869. República Argentina, provincia de San Luis, Sección del 7° Departamento, Distrito de San Francisco. Se puede observar la firma de Juan de Dios Escobar (empadronador). 

En junio de 1870, siendo director de dicha escuela, la misma contaba con 89 alumnos y “el mobiliario se reducía a 4 bancas muy deterioradas, y 3 bancos en iguales condiciones”. También tenía una pizarra de suela, una mesita de algarrobo y un reloj de mesa ordinario. 

El horario que cumplían los alumnos tanto en invierno como en verano era de 7 de la mañana hasta el mediodía, y asistían diariamente de 65  a  70  estudiantes, aunque  en  junio el promedio era menor “porque es cuando los padres necesitan más de sus hijos  y  los  hacen  faltar  demasiado  para  ocuparlos  en  las  cosechas  y siembras”. 

En  septiembre de dicho año, el  visitador  Don  Amador  Lucero comunica que en compañía del comisario Carlos Varela ha examinado a los alumnos de dicha institución a cargo de Escobar. Lucero vierte el siguiente juicio sobre esta escuela:
Creo  de  mi  deber  hacer,  entre  todas  las escuelas que he visitado, una excepción honrosa a favor de esta última. Sin  textos,  sin  aun  ni  tener  ni  mesas  para  escribir,  ni  asientos,  ha obtenido  no  obstante  el  señor  Escobar  de  sus  educandos  un  resultado muy  satisfactorio  y  debo  decir  que  es  la  única  escuela  donde  se  nota algún orden en la enseñanza, lo que data desde su instalación.
En 1872, en un comunicado donde informa el estado de la obra de una Escuela, Escobar realiza un desesperado pedido especial, en el que solicita permiso para poner un tabique de lienzo para vivir con su familia y que lo ayuden con algo para hacer una pieza y un corredor.

En una correspondencia posterior, Escobar informa que la mencionada Escuela abrió sus puertas y que la misma cuenta con 42 alumnos. Hace especiales consideraciones sobre Felipe Alaniz (peón de Don Mauricio Orellano), de quien dice  que  "no  sabe  leer  ni escribir  pero hace  operaciones  de  hasta  seis  cifras".

Una de las anécdotas que han quedado registradas sobre su accionar docente es recuperada en El Búho de la Tradición, por Carmen Guiñazú de Berrondo. La autora relata lo siguiente:
Don Juan de Dios Escobar, director y maestro de la Escuela de San Francisco Del Monte de Oro, encontró un día a cuatro de sus más grandecitos alumnos en el deleite de fumar un cigarrillo. Sin darse por apercibido del delito, espera la entrada a clase y llamando a los delincuentes los ubica al frente de sus compañeros. Así dispuesta la escena saca un atado de cigarrillos y coloca uno en cada boca, procediendo después a encenderlos. En el primer momento, el hecho produjo sólo hilaridad en los espectadores y tal vez en algunos de los actores sólo encontrase cómico el caso; pero, al ir consumiéndose los cigarros, el calor que se acentuaba rápidamente los alarmó de veras. La nerviosidad se hacía visible. Los incipientes bozos se retorcían ya bajo el fuego que los chamuscaban, y el perdón que imploraban los descoloridos semblantes de los reos, tardaba en pronunciarse. Por fin, cuando ya sólo quedaban perdidas en los labios las minúsculas colillas apagadas por la jadeante respiración, terminó la lección práctica con la advertencia del maestro: ¡En el cigarrillo tenéis un enemigo oculto!... (Guiñazú, 1924, p. 61).
A lo largo de su trayectoria Juan de Dios Escobar fue maestro de numerosas generaciones de las que emergieron varios hombres que se convertirían en prominentes personalidades de la Historia Provincial. El profesor Francisco Gómez rescató el recuerdo de quienes fueron testigos de su accionar, con lo cual pudo afirmar que:
 …los que lo conocieron nos han dejado una semblanza cariñosa, evocativa y nos lo presentan como un hombre obsesionado por la cultura, por adelantar al pueblo, desvelado por la formación de los jóvenes y propulsor de la asiduidad al trabajo escolar. Es el maestro integro que educa con el ejemplo, que crea situaciones nuevas, que sale de la rigidez de los papeles oficiales y se adecua al lugar, a los jóvenes, al pueblo. Es medico si las situaciones lo exigen; es autoridad y es juez cuando las crisis políticas lo buscan...
Hombre íntegro, educador de corazón, guía incorruptible, son otros de los calificativos con los que el profesor Gómez caracterizó a dicha figura, y como uno de los que más se ocupó de estudiar y difundir el legado de Escobar, emitió en una conferencia brindada en San Francisco (1977) la siguiente declaración:
Quizá estemos en deuda con ese insigne educador, cuyo accionar marcó una edad de oro en este pueblo y cuyo recuerdo y lecciones de moral y virtudes cívicas se recuerdan todavía. El tiempo que no pasa en vano ha aminorado el recuerdo, ha vuelto vagos los hechos y las cosas, pero es posible que la figura del chileno Escobar perdure siempre porque quiso a San Francisco, se jugó por lo que consideraba su pueblo y dejo hitos perdurables que hoy deben recoger el triunfo desde los valores del espíritu...
La Escuela N° 45 de Arizona y la Biblioteca Popular de San Francisco del Monte de Oro, llevan con orgullo su nombre.


Biblioteca Popular Juan de Dios Escobar, ubicada en la calle Belgrano de San Francisco
Fachada de la Biblioteca Popular Juan de Dios Escobar, fundada el 30 de octubre de 1910.
Foto tomada en 2016.

Bibliografía
  • Fue Evocada la Figura de Juan de Dios Escobar. (6 de junio de 1977). El Diario de San Luis, p. 9.
  • Guiñazú, C. (1924). El Búho de la Tradición (p. 61).
  • Mulhall, M. (2003). San Luis, hombres y mujeres constructores de su historia (p. 55).
  • Tobares, L. (1996). Noticias para la Historia de los Pueblos de San Luis (p111-112).

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