LOS COMERCIOS HACIA LA SEGUNDA MITAD DEL SIGLO XIX

Por aquella época eran muy comunes las llamadas “pulperías”, un tipo de establecimiento comercial originado en el siglo XVI. María T. Carreras de Migliozzi, en Manantial de Tradiciones, las define como “comercios de ramos generales y a la vez centros de reunión de cantores y “guitarreros”. 

Agrega además que generalmente estaban divididas en dos sectores: uno destinado a la venta de diversa mercadería (comestibles, cueros, velas, herramientas, utensilios de cocina, telas, remedios, etc.) dispuesta en una estantería; y el otro dedicado al expendio de bebidas, cuyo mobiliario estaba compuesto por un mostrador, mesas y sillas. 

Las pulperías fueron muy comunes en el siglo XIX
"La Pulpería", obra de Juan Pallière
(imagen ilustrativa)

Sobre los negocios que había en San Francisco en dicha época, Liberato Tobares indica que en 1857 se registraban los siguientes dueños: Pedro José Olguín, Francisco Varas, Eugenio Laborda, Benifico Moyano, Gregorio Laborda, José Núñez y Francisco Varela; mientras que para 1866 tenían "negocios de tienda, almacén y pulpería" los hermanos Mariano y Juan Carreras (capital  de  $2.000),  Miguel Pastor (capital de $5.000), Doña Dolores Sosa de Núñez, capital con Don Nicolás Jofré ($1.000), Acielo Camargo  en  sociedad  con  Amador  Lucero (capital  $500) y Don Miguel  Pérez. Tenían también pulpería Julio Lutges y Francisco Rivadeneira (capital de $200 cada uno)1. El historiador señala que las varas, pesas y almudes utilizados eran arbitrarios y no coincidentes.

Por su parte Carmen Guiñazú de Berrondo, en su libro El Búho de la Tradición, mencionaba la "casa, habitación y almacén" de Domingo López, en la Banda Sur de San Francisco. Cuenta que ahí, según se decía, en más de una ocasión jugó a los naipes el celebre gaucho sanjuanino Santos Guayama. 

1Archivo Histórico de San Luis, Carpeta Nº 171 doc. 19.180, 3-2-1866

Bibliografía
  • Carreras, M. T. (2004). Manantial de Tradiciones (p. 7).
  • Guiñazú, C. (1924). El Búho de la Tradición (p47).
  • Tobares, J. L. (1996). Noticias para la historia de los pueblos de San Luis (p110).

3 comentarios:

  1. SAN LUIS LA HERMANASTRA VITIVINÍCOLA DE CUYO
    En la segunda mitad del siglo XIX los pioneros abrieron brechas en la actividad vitivinícola en la región de Cuyo, algunos de ellos con anterioridad a la llegada del ferrocarril. Las vías llegaron a Mendoza en 1884 y a San Juan un año después.
    La vitivinicultura fue desarrollada en esos tiempos fundamentalmente por lo inmigrantes, influencia que traían de sus respectivos países de origen; así, en Mendoza prevaleció la inmigración italiana y en San Juan la española, las vides fueron un verdadero factor de afincamiento y prosperidad, al extremo de que importantes viñateros y bodegueros lucen con legítimo orgullo este origen, que les otorgó posición económica y jerarquía social.
    Al respecto, uno se pregunta porque en San Luis, compartiendo la región, prácticamente la viticultura no tuvo desarrollo. Puede ser que la tierra puntana no haya tenido una corriente inmigratoria procedente con cultura vitivinícola, no hay otra causa o fundamento que lo justifique.
    No obstante, conforme a las evidencias existentes, San Luis tiene su génesis vitivinícola en el antiguo Valle de Chutunzo en el Departamento de Ayacucho, actual San Francisco del Monte de Oro, con la firma Viña de las Dos Hermanas de M. Diz en la década de 1880. Esta es la primera evidencia existente del primer vino comercial sanluiseño (Poseo una etiqueta original).
    En la década de 1960 hubo un interesante desarrollo vitícola más al norte de la Provincia de San Luis, en el mismo Departamento, en las estribaciones de la Sierra de Quines donde la superficie cultivada con vid alcanzó algo más de 600 hectáreas.


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    1. Estimado Federico, te agradezco este aporte tan valioso que enriquece nuestro conocimiento histórico. Si bien tenía alguna referencia sobre viñedos en San Francisco, me resulta novedosa la información que gentilmente me compartes. ¡Fascinante esa etiqueta! Tengo fotografiada correspondencia firmada por M. Diz. Quedo a disposición de lo que pueda aportar y desde ya serán bienvenidas todas tus valiosas contribuciones, como la que acabas de brindar. Saludos!

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  2. Estimado Mario, te comento que prácticamente tengo terminado el libro –me faltaría tu entrevista y entrevistar a alguien de los Viñedos y Bodega Palet, en San Luis capital, que según me informaron estuvo localizada en el actual B° San José casi en las márgenes mismas del río San Luis al extremo oeste de la ciudad, sobre la Ruta Nacional N° 7 en dirección a Mendoza. Te comento que existe una inmensa probabilidad de poder estar ante la presencia de una de las primeras etiquetas utilizadas para determinar la identidad de un vino no solamente en Cuyo, sino en el país.
    Conforme a lo que he podido investigar, la historiadora Patricia Barrio de Villanueva plantea, que 10 años más tarde, en la década de 1890 había sólo dos marcas en Mendoza, en la década del 1900 el número aumentó a 36 marcas y en el año 1914 el número de marcas ascendió a 120. Mis saludos.

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